¿Nunca os habéis encontrado con alguien que utiliza un vocabulario muy "rico", y que memoriza frases célebres para recitarlas a aquellas personas que cometen el error de hacerles una pregunta? y no me refiero a los que realmente tienen un léxico variado, sino a los que creen que lo tienen.
Desde hace mucho tiempo, las mentes de los hombres se han dividido en este tema entre culteranismo y conceptismo, creándose dos corrientes literarias con estos nombres en la época barroca; el culteranismo defiende que la belleza del lenguaje es primordial, poniendo énfasis en el tema del que yo venía hablante, el vocabulario, que debía ser, como todo en el barroco, realmente complejo y recargado; y el conceptismo, en cambio, creía firmemente que la belleza de un texto reside en el contenido, y que, aunque el lenguaje es muy importante, debía ser simple, para que todo el mundo pudiera comprenderlo, es decir, que defendían que un texto debía tener mucho "jugo", y un lenguaje con el que no necesitemos un diccionario a mano a cada línea que leemos. En mi opinión, ambos son complejos de reflejar, pero, en mi opinión y sin ánimo de ofender, creo que los "conceptistas" son realmente buenos escritores; y es que, ¿para que escribimos si no es para dar a conocer nuestras ideas? y, ¿para quién escribimos si la mayoría de la población no nos entiende? Creo firmemente que los escritores que se precien deben referirse a toda la población con una historia que enganche y que tenga fondo. Y no estoy menospreciando a nadie porque sé que no todos pensáis como yo, y me veo obligada a asegurar que una historia bien escrita con un léxico variado es imprescindible para que llegue a la gente, pero no creo que sea necesario emplear vocablos como "cerril", "demoscópicas" o "alipori" para difundir un mensaje, porque más que llegar a la gente, la deprimes con tu palabrería.
Pero no es esto lo que realmente me molesta, dado que los escritores culteranistas realmente tienen un gran conocimiento de la lengua, por lo que controlan sus textos y suelen salir realmente bonitos; sino a las personas que no tienen estas dotes, pero que, sin intentar adquirirlas imitan a estos autores y emplean las palabras más anticuadas o cultas en las ocasiones equivocadas, dando lugar a frases que parecen de un catedrático, y que cuando las analizas descubres las oraciones más disparatadas o sin sentido.
En fin, la conclusión es que os suplico que por favor, antes de intentar haceros los interesantes con palabras que nadie usa, busquéis el significado en el diccionario para no soltar una blasfemia y que alguien que de verdad entienda la oiga.
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